El cambio climático es un proceso de cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos que está afectando a todo el mundo, provocado por el incremento de la concentración de Gases de efecto invernadero conocidos como GEI, provocando un deterioro de las condiciones de vida en el planeta, y sistemas económicos, sociales y ambientales debido a que los fenómenos meteorológicos son cada vez más frecuentes y extremos.
Los GEI, son aquellos gases que se acumulan en la atmósfera, los cuales son capaces de absorber la radiación infrarroja del Sol, lo que causa que aumenten las temperaturas en la atmósfera, por lo que la presencia de estos gases da lugar al efecto invernadero.
Una de las principales causas del aumento de los GEI es la actividad humana, la cual impacta de distintas formas como en el incremento del uso de combustibles fósiles, mayor demanda de consumo energético, y aumento en la producción ganadera y agrícola intensiva; Estos son algunos los principales focos de emisión de emisiones de estos gases.
Por otro lado, la destrucción masiva de masas forestales genera la pérdida de sumideros naturales de CO2 lo que también genera una alteración en las temperaturas, ya que los bosques y sus suelos almacenan grandes cantidades de carbono, teniendo un papel vital para contrarrestar la inestabilidad del clima. Así mismo, la deforestación representa aproximadamente el 23% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, es por esto, que reducir la deforestación y degradación de los bosques, se ha convertido en una de las estrategias más importantes para la mitigación del cambio climático.
En noviembre del 2022, se realizó en Egipto la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, conocida como COP 27, con el objetivo de dar seguimiento a los compromisos climáticos por parte de los representantes de los gobiernos y actores económicos para seguir luchando contra el cambio climático.
En ese sentido, en la COP 27 se establecieron objetivos en cuatro temas fundamentales como mitigación, adaptación, financiación y colaboración; Dentro de los objetivos más relevantes que se plantearon fueron: insistir a las partes a que consideren la acción basada en los océanos y bosques, considerando acciones basadas en la naturaleza o enfoques basados en ecosistema, se plantea la necesidad de reducir las emisiones en todos los sectores aplicables, a través de energías renovables y de bajas emisiones, y por último, se mantuvo el objetivo de 1.5°C y se reforzó que, para lograr esto hay que reducir en un 43% las emisiones para 2030 en relación a 2019.
El cambio climático se encuentra relacionado directamente con los temas de ESG (acrónimo en inglés de Environmental, Social and Governance) y de sostenibilidad empresarial; ya que hoy en día son latentes los efectos climáticos y es urgente que los directivos de las empresas tomen decisiones y medidas necesarias para identificar riesgos y oportunidades, así como ambicionar en sus compromisos con el medioambiente. Además, las empresas necesitan crear políticas, programas y acciones que reduzcan, mitiguen y compensen su impacto negativo ambiental, tales como la reducción y eficiencia del consumo de energético, reducción de emisiones y contaminantes, circularidad del agua, economía circular, etc.; con el objetivo de lograr un verdadero compromiso que genere impactos positivos en el medio ambiente y en la sociedad.
Elaborado por Pablo Necoechea y Mariana Ávila.
