La medición de la huella de carbono se refiere al proceso de cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a una actividad, producto, organización, individuo o evento específico. Esta medición se realiza para evaluar y comprender el impacto ambiental en términos de cambio climático que está relacionado con esa entidad o acción. La huella de carbono se expresa comúnmente en términos de dióxido de carbono equivalente (CO2e) y puede incluir la medición de varios GEI, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), entre otros.
El propósito de la medición de la huella de carbono es evaluar cuántas emisiones de GEI se generan como resultado de una actividad o producto en particular, esto se hace a través de un Inventario de Emisiones de GEI, tomando en cuenta los procedimientos y estándares disponibles para su compilación. Actualmente, el Protocolo de GEI (GHG Protocol) es la norma más utilizada, adicionalmente, existe una guía de referencia para la medición en las Directrices del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) para los Inventarios Nacionales de GEI.
Los inventarios de GEI pueden someterse a un proceso de verificación realizado por terceros. Esta medida tiene como objetivo evitar el greenwashing y garantizar la precisión y la calidad de los datos presentados, asegurando una evaluación precisa de la cantidad de emisiones de GEI generadas por la organización.
Las ventajas de medir las Emisiones de GEI son significativas. La demanda de información sobre las emisiones de GEI por parte de las empresas, clientes, gobiernos y demás grupos de interés ha aumentado de manera constante en los últimos años. Aquí se enumeran algunas razones para que las organizaciones desarrollen su medición de su huella de carbono:
- Cumplimiento de los requisitos normativos actuales, especialmente en los Estados Unidos, o preparación anticipada para posibles futuras leyes y regulaciones relacionadas con el cambio climático en el sector.
- Suministro de información crucial al Consejo de Administración, instituciones financieras y otros interesados en la organización.
- Punto de partida para la formulación de una estrategia de mitigación, preferiblemente en línea con los objetivos del Acuerdo de París.
- Identificación de oportunidades para mejorar la eficiencia operativa, lo que puede llevar a reducir los gastos.
- Posicionamiento en el sector, reconocimiento en el mercado y ventaja competitiva.
- Evaluación de riesgos y preparación de planes de acción correspondientes.
- Posibilidad de participar en el mercado de carbono.
- Potencial para compensar las emisiones de GEI.
La creación del inventario de emisiones de GEI marca un hito crucial dentro de las empresas. en Hogan Lovells apoyamos a la medición de la huella de carbono de las empresas, el seguimiento constante de los datos y la integración sistemática de las emisiones en sus metas ambientales. Esto sienta las bases para la implementación de un sistema de gestión del cambio climático que permitará a las empresas abordar eficazmente la necesidad de reducir su impacto ambiental y sus emisiones, en consonancia con lograr un desarrollo sostenible.
Elaborado por: Pablo Necoechea y Mariana Ávila
